sábado, 5 de noviembre de 2011

Central Celeste

Al subirme al colectivo, encontré un asiento individual y me sambullí en él, sosteniendo con fuerza mi bolso me fui reclinando, el lento pero rítmico vibrar de la ciudad me fue relajando parada a parada...

Me desperté casí instintivamente antes de que el bondi llegué a mi destino, y sin embargo el colectivo no dobló donde tendría que haber doblado.
Confiado en que el colectivo iba a doblar en algún momento y retomar el camino hacia mi casa, lo dejé seguir, simulando tranquilidad. Confiaba que, como tantas otras veces, estaba en lo correcto, confiaba de que esta vez, la suerte estaba de mi lado...

Pero no, una vez más, estaba equivocado.

El colectivo atravesó el centro y empezó a alejarse, doblando a la izquierda cuando tendría que haber doblado a la derecha.
Yo, frente a las advertencias, seguía aferrado a mi necesad.
cuando el alumbrado público empezó a escasear y la oscuridad se hizo presente.
Me asusté.

martes, 6 de septiembre de 2011

Pasatiempo

A veces me gusta adentrarme en esos juegos donde yo sólo conozco las reglas, y claro, también al vencedor.

domingo, 7 de agosto de 2011

Un silbido

¿Y qué ocurre con esas ausencias? Parece como si todo se hubiera desvanecido en el aire, y ya ni los recuerdos valieran, porque ya no te tengo cerca, ni física, ni espiritualmente, por no decir afectivamente.

¿Cuáles son tus ausencias?

jueves, 5 de mayo de 2011

Detención

A veces me detengo a pensar cosas que supongo la gente no se detiene a contemplar muy seguido.

Esperando a una amiga, en las afueras de un edificio muy grande, con el viento que me da en la cara, al cual recibo y dejo que me envuelva sin rechazo, un viento frío, que adelanta un crudo invierno, me doy cuenta que, allí, en las alturas, sobre una de las rampas que dan acceso a los autos hacia el edificio, puedo ver los árboles. Y el verde que los rodea. Es una tarde oscura ya, que muestra un tránsito agitado, cuyas luces de los vehículos brindan un espectáculo relampagueante casi mágico, toda la ciudad se ilumina, entonces viajo y me encuentro en un espectáculo circense. Es maravilloso. Y en esa tranquilidad que me brinda el observar en ese momentum de detención, el estar presente en ese momento, generando tal vez, una postal de melancolía al descubrirme a mi mismo contemplando aquel paisaje es cuando una idea, esta idea viene a mí, con poca frecuencia, pero siempre pululando en mi mente. Aquella donde a veces me detengo a pensar cosas que supongo que la gente no se detiene a contemplar muy seguido (si no es nunca).

Es un buen ejercicio detenerse, y observar, no sólo mirar, sino, ver, con los ojos, el alma y todo el ser. Tener cada uno su momentum de pausa, como si el aire se volviera espeso, y pudiéramos ver todo lo que nos rodea como un descubrimiento, como si fuera la primera vez.

domingo, 17 de abril de 2011

Cuaderno de bitácoras

“un relato puede ser como un sueño, no decides el momento en que te duermes o te despiertas y sin embargo avanzas, pasas, querrías hacer un gesto, tocar al personaje, mimarlo, cogerle la mano… pero te quedas ahí sin hacer nada. Habría pasado toda la vida y no habrás hecho nada”



o habrá pasado un instante…





Me gustaría poder llevar el cuaderno de bitácora al sueño y ver con que me encuentro al despertar. Sin embargo cuando me despierto los nombres y situaciones se escapan de mi mano, inútilmente los corro ya que nunca los alcanzó. De los restos que todavía veo, intento memorizarlos o fijarlos en mis pupilas antes de que se velen.

Me despierto deseando tener un lápiz en la mano y poder transcribir los diálogos, anotar lo que sentí, pero el ruido del despertador me desconcentra y sólo alcanzo a apagarlo. Quiero volver a dormir, quiero volver a encontrarme, en ese estado, donde uno sabe que es conciente y a la vez no lo es tanto, quiero volver para manipular el sueño, yendo detrás de lo que quedó inconcluso, para mirar de nuevo, y terminar la conversación que parecía muy clara.
Mis ojos abiertos se resignan, me estiro, agarro el cuaderno y empiezo a escribir para no olvidar, sin embargo, mientras escribo sobre el rostro, olvido la conversación. Al buscar que el relato quede lógico y secuencial le voy agregando detalles y voy modificándolo, y lo que antes eran palabras sueltas, inconexas, se convierten en una historia, a la vez que el recuerdo del sueño se sumerge en un mar de olvido.
Lo que veo no es otra cosa que un cigarrillo recién prendido que posa en el cenicero, en un extremo, el humo, en el otro, el resabio de lápiz de labio. No se de quien es el cigarrillo, pero el deseo de haber visto esa boca posada en la colilla, segundos antes, me aturde. Sé, que si me abalanzo sobre el cigarrillo y le doy una pitada, quizás sienta la tibieza de sus labios. El cigarrillo descansa en una mesa lejana a la mía, hace instantes que está solo. En mi mesa, en cambio, hay una charla y una piba que no están interesantes. La muchacha habla y habla pero yo sólo pienso en el cigarrillo que fue olvidado, veo el cigarrillo, pero no a quien lo fubama, sé que había un labio, y detrás de él, un rostro.
El despertador suena, y la historia está escrita, aunque como de costumbre inconclusa. Mientras me despabilo siento resabios de nicotina en mi boca pero no entiendo porque, al releer todo esto, entiendo un poco más, pero no queda claro, no queda claro porque hay nicotina en mi boca si no fumo, no me queda claro, a menos que…

sábado, 9 de abril de 2011

Gemelos

Ahora, que en la valentía encontré los argumentos, quiero volver a tener siete años para ganarte aquella discusión que nos marcó, y me definió, como hermano menor.

viernes, 8 de abril de 2011

En mi casa nadie supo (dos)

Agarró el frasco y el test y los arrojó al piso con bronca, furia e impotencia. Se dejó caer en el baño mientras pensaba que hacer, estaba sola en córdoba.


no sabía a quien recurrir.

domingo, 3 de abril de 2011

desarraigo


En mitad del segundo tiempo, luego de una jugada de poco riesgo, la pelota termina en corner. La chanchita Gimenez se acerca a la esquina, acomoda la pelota dentro de la cárcel de cal mientras observa a la hinchada tras las rejas, en cuero, saltando y puteando. Ve la efervescencia de ira y bronca en las caras de algunos. Le escupen por el sólo hecho de ser jugador del equipo contrario.
El resultado es anecdótico casi tanto como el gol olímpico. En ese instante colgó los botines.

jueves, 31 de marzo de 2011

En mi casa nadie supo (uno)

Mariel paso el dia queriendo dejar atrás el recuerdo, pero se acercaba la fecha de su menstruación y aún no sentía sintomas.

Llegó el día y nada, dejo pasar una semana y nada.

una idea empezaba a rondar por su cabeza, intentaba estudiar pero la preocupación no la dejaba. Con mucho miedo se dirijió hacía la farmacia de la esquina, titubeando compró un evatest y salío rumbo a su casa, a dejar que pasen las 6 horas que indica el prospecto antes de ir a mear.
Soportó inutilmente la espera con música fuerte y zapping en la tele, aunque intentó evitarlo, sus palpitación se incrementaron a medida que pasaban las horas.


Llegado el momento, se dirigió hasta el baño, hizo pis, cuidando de depositar la mayor parte del contenido en el tarrito, y dejó humedecer el test mientras ella y sus dieciocho años, lloraban de miedo, abrazados a su almohada eternos cinco minutos.
Se levanto, camino temblorosa hasta la puerta del baño, encendió la luz y agarró el frasquito. Todavía con lágrimas en sus ojos leyo:

viernes, 4 de marzo de 2011

Al fin y al cabo Fue una despedida desde el principio, dejará entreveer entre una cerveza una noche no muy lejana con amigos, luego beberá un trago largo y el silencio se hará presente mientras él se aferrará, sin saberlo, a un último recuerdo.

martes, 1 de marzo de 2011

Lenguaje Corporal

palabras que son dichas
mientrás moves las manos.
los ojos, revoloteando por el cielo razo,
antes de que comiences a explayarte en una idea.
el silencio, después un suspiro,
y tus pies que están cruzados y quietos,
antes de que empieces a moverlos.
el juego de las manos,
con algún objeto que anda dando vueltas,
para poder contar una historia
que te compromete emocionalmente.
rehúsas al contacto visual.
te estirás,
tomas distancia,
sonreís,

y te alejás
haciendo una pausa mientrás preparás el mate,
y en esa pausa,
mi cuerpo encuentra las palabras justas para callarte
y desnudarte.

sábado, 26 de febrero de 2011

Justo ahí

justo ahí, en la parte del camino que antecede a las bifurcaciones del destino, estoy
esperándote para que tomes mi mano.

jueves, 10 de febrero de 2011

Banco de Plaza


banco que bancas
En noches de frío y cuerpos cubiertos
con diarios.



siempre dispuesto
al peatón
y sus descansos. Siempre
a la expectativa,
testigo de revelaciones
de amores simples y cotidianos



Banco que has visto
llorar, callar, amar, sonreír


y volver a llorar



banco que no extrañas, ni reclamas
las ausencias,
siempre distante, siempre dispuesto,
ahí, siempre
inmóvil
pese a la ciudad cada vez más distinta
y a nosotros
cada vez más viejos.


siempre ahí,
ajeno al paso del tiempo.
banco de plaza
que no distingues color,
billetera,
ni nivel de educación.



que contienes y que callas,
banco de silencios
y lecturas
de descansos y paseos



banco de plaza,
banco que bancas.

martes, 8 de febrero de 2011

Momentum de deseo

Como si me golpeara de adentro
pidiendo salir
algo me hace eco adentro mío
el eco del vacío
vacío que deseo llenar...
y esas ganas locas de querer mirar a los ojos
y ver amor.
Y es el instante en el que el eco cesa,
y es ese instante en el que comprendo todo
y sé que sos vos.
Y no necesito nada más.

lunes, 31 de enero de 2011

VOLVER

Yo adivino el parpadeo
De las luces que a lo lejos
Van marcando mi retorno...
Son las mismas que alumbraron
Con sus palidos reflejos
Hondas horas de dolor..

Y aunque no quise el regreso,
Siempre se vuelve al primer amor..
La vieja calle donde el eco dijo
Tuya es su vida, tuyo es su querer,
Bajo el burlon mirar de las estrellas
Que con indiferencia hoy me ven volver...

Volver... con la frente marchita,
Las nieves del tiempo platearon mi sien...
Sentir... que es un soplo la vida,
Que veinte años no es nada,
Que febril la mirada, errante en las sombras,
Te busca y te nombra.
Vivir... con el alma aferrada
A un dulce recuerdo
Que lloro otra vez...

Tengo miedo del encuentro
Con el pasado que vuelve
A enfrentarse con mi vida...
Tengo miedo de las noches
Que pobladas de recuerdos
Encadenan mi soñar...

Pero el viajero que huye
Tarde o temprano detiene su andar...
Y aunque el olvido, que todo destruye,
Haya matado mi vieja ilusion,
Guardo escondida una esperanza humilde
Que es toda la fortuna de mi corazón.

Volver... con la frente marchita,
Las nieves del tiempo platearon mi sien...
Sentir... que es un soplo la vida,
Que veinte años no es nada,
Que febril la mirada, errante en las sombras,
Te busca y te nombra.
Vivir... con el alma aferrada
A un dulce recuerdo
Que lloro otra vez...