lunes, 29 de marzo de 2010

Pelusita Ambulante

Ayer en "alfonsina" una nena se acercó tímida, silenciosa, con la cabeza gacha y los ojos ocultando su vergüenza, su condición. Se acercó a dejar un llavero "abre latas" en la mesa y siguió monótona y silenciosamente en el resto de las mesas dejando el llavero, y dirigiéndose luego a otra mesa, y luego a otra, y Otra imagen cruda, otra postal cotidiana de la sociedad y otra realidad que se vuelve invisible, como la de las trabajadoras sexuales, o los limpiavidrios en córdoba.
Mientras la veía partir, Flor seguía contándome vayaunoasaberque, porque la dejé de escuchar, quería intentar sacarle una sonrisa a la nena, volver a subjetivarla, hacerla presente en ese bar. Darle voz.
Cuando la nena volvió, susurrando preguntó si le queríamos comprar el llavero...
Yo sin susurrar, mirándola a los ojos le pregunté como se llamaba, a que colegio iba, cuantos hermanos tenia. A cada pregunta, en ella aumentaba su nerviosismo, pero también su alegría, se la veía más contenta y suelta. Estaba expectante, pero no por las preguntas, sino por el diálogo. Por ver que alguien se preocupa por saber quien es, que hace, como es, donde vive... En ese encuentro me regalo una dulce sonrisa y sus pestañas gigantes, unos ojos negros hermosos, me regaló la ansiedad de sus piernitas cruzadas impacientes haciendo dibujos en el suelo, me regaló su voz, su pelo, su infancia, y fue genial, pero también triste, difícil de tragar.

Ayer en "alfonsina" una nena se acercó tímida, silenciosa, con la cabeza gacha y los ojos ocultando su vergüenza, su condición...
Ayer en "alfonsina" Eva se alejó de la mesa contenta, alegre, erguida, sonriente, con sus ojitos brillantes y la frente en alto.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Ruta de Escape

tengo una idea dando vueltas, una lista con horarios de colectivos, un plazo fijo con ahorros, con la herencia. Tengo una mochila con lo necesario.

Lo tengo todo ideado

ausentarme a trabajar un miércoles, dejar todo, dejar las llaves del apartamento y el celular en algún tacho de basura y partir.

dejar todo.
perderme en el rastro. Dejar huellas y volver sobre las mismas, bifurcar los caminos así no pueden seguirme.

Mezclarme en la terminal y decidir cuando el colectivo esté en marcha si me dirijo hacia el sur, o espero el próximo. que vaya hacia el norte.

tengo una idea dando vueltas, tengo la opción de partir, la tengo frente a mí. tengo una lapicera y una hoja, que aún esta en blanco. las tengo frente a mí. se pueden convertir
en carta de despedida, o en ruta de escape momentánea. Tengo una idea dando vueltas, tengo la opción de partir

ahora mismo

tengo el metal frió jugando en mi sien. El tic tac del destino hace de crupier
y yo,
llevo las de perder.

lunes, 8 de marzo de 2010

Polaroid

Ojos con ciudades adentro.
Beirut en llamas,
luces anti-bombas. Explosiones.
Ojos con Beirut adentro

El día después, y la imagen es gris,
o sepia.
las casas ya no están
y en las calles solo hay chicos jugando
entre escombros.
los desesperados infantes corren
en una algarabía de felicidad.

La canción que escucho me trae a la realidad,
la imagen cambia
Ya no veo ciudades en tus ojos,
sino alfiles
y un tablero de ajedrez repitiendo eternamente el mismo movimiento,
renaciendo en cada parpadear

Acaso será el ajedrez de Carlomagno lo que veo?

Un alfil razante despunta una mirada de amenaza.
Los dedos de Capablanca se adueñan de ese peón
que ya no le corresponde a Kasparov
Y yo acá recreando en mis pupilas las tuyas
y la única reminiscencia tuya es esta instantánea.

Pensar en un simple click.
Una lente que se abre y se cierra en milésimas de segundos.
El cuadro queda pegado al papel
como una cruda imagen queda adherida en una retina.
Un click que simplifica lo que los árabes
desde el primer milenio vienen ideando.

Atrás quedaron esas sombras momentáneas,
poco nítidas,
que al primer parpadeo desaparecían.
Atrás quedó, como tantas otras cosas,
ese minúsculo orificio en la pared,
aquel que dejaba penetrar la luz,
proyectando la imagen de forma invertida en la pared opuesta.

Atrás quedo Da Vinci, y su cámara oscura,
los daguerrotipos, y los cristales pulidos a mano.
Atrás el siglo XVI y la utilización de espejos,
el dominio de las distancias.

Aprendimos muchas cosas sobre las fotos y sin embargo
el poder sortear la complicación de invertir la imagen refractada
permitiendo acomodar la efigie a la visión, no bastó para evitar que hoy,
al mirar esta foto, consiga no extrañarte.

sábado, 6 de marzo de 2010

Muestra de Arte



¿¡vanguardia en retaguardia
o falta de ideas!?

y después nos quejamos
de los mingitorios siameses
de Marcel Duchamp.